jueves, 15 de diciembre de 2011

Seminare...

Lejos de la sociedad, se encontraba, aislado de todo mal, de toda pena. Pero nada dura para siempre (ella había dedicado mucho tiempo a grabar esto en su mente juvenil). Un día volvió a su vida simple, rutinaria, sin emoción, viajando de aquí para allá. Es que ya no aguantaba mas seguir sumido en la desesperación de saber nada de ella, en poco tiempo se había transformado en su mundo entero. Por unos segundos creyó que su mundo había vuelto a ser real, que todo lo que había vivido no fue un mero sueño, realmente lo creyó. Lo soporto, fue difícil creyó que seria imposible pero lo logro. Hoy de nuevo se encuentra lejos de todo, aislado, triste, solo, sin nadie que lo sostenga, que ponga a girar su mundo de nuevo. Sabia que cada día juntos la perdía un poco mas. Pero gracias a ella entendió que nada dura para siempre. Hoy solo esta triste de que ese amor haya durado tan poco...

No hay fuerzas al rededor, no hay pociones para el amor.

No hay comentarios: